Al igual que nos ocurre a todos, mi proceso de aprendizaje es
continuo, a medida que evoluciono todo se me va haciendo más claro. Cuanto más
comparto con los demás, más aprendo, y es apasionante lo que he podido
descubrir en estos 8 años de bagaje con mi enfermedad ( Esclerosis múltiple
para la medicina alopática), que me he decidido a compartir con mi libro
GRACIAS ESCLEROSIS MÚLTIPLE.
Esta obra sólo pretende haceros llegar mi experiencia con la
enfermedad y lo que ella ha tenido a bien mostrarme o más bien como gracias a
ella he conseguido descubrirme y conocerme, para que cualquier persona que
sufra de un malestar o enfermedad pueda ver si se identifica con mi
experiencia.
Cuando el cuerpo nos habla a través de un malestar o una
enfermedad cualquiera, lo hace para ayudarnos a tomar conciencia de una forma
de pensar que no es beneficiosa para nosotros. Esta forma de pensar, aunque de
un modo inconsciente, perjudica a todo nuestro ser y entonces aparece el
malestar para decirnos que ha llegado el momento de cambiar esa forma de pensar
o esa creencia no benéfica. Nos dice que estamos llegando a nuestros límites
físicos, emocionales y mentales.
Conviene matizar la diferencia entre curar o
sanar. Curar consiste en arreglar una determinada parte del cuerpo. La medicina
occidental es muy eficiente en este particular, proporcionando medicamentos y cirugía
para remediar problemas físicos, dolencias o enfermedades que deben ser
suprimidos, eliminados o extirpados. Desempeña un papel crucial aliviando el
sufrimiento. Es magnífica a la hora de salvar vidas y aplicar tratamientos
terapéuticos y paliativos. Esto tiene un valor inestimable y somos una inmensa
mayoría quienes nos beneficiamos de los instrumentos de la medicina occidental
en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo la organización mundial de la
salud, define salud como un estado de bienestar general, mental y físico
completo, lo que implica que tendría que existir un concepto de bienestar
inclusivo, más allá de la simple cura de síntomas y enfermedades.
Aquí entramos
por tanto en el ámbito de la sanación. Si sólo miramos lo que está mal e intentamos
eliminarlo, estaremos ignorando la causa original de la enfermedad; por qué
está ahí, qué cosas puede enseñarte y cómo o en que medida puede serte
beneficiosa. Y es que la enfermedad o dificultad que estás intentando eliminar
puede enseñarte muchas cosas. Mientras que los pacientes pasivos se dejan curar
por alguien, la sanación es un proceso que requiere auto implicación, que
depende menos de circunstancias externas que de la capacidad de trabajo que
albergas en tu interior. La sanación puede darse cuando la curación no funciona
“es la aceptación de lo inevitable, un don de la vida que se nos escaparía si
nos volvemos pasivos a la hora de enfrentarnos a los problemas”.
Basándonos en las enseñanzas de Hipócrates “No hay enfermedades,
solamente hay
enfermos”, es importante tener el valor de hacerle frente al origen del
problema y no solo al síntoma. A lo largo de la experiencia, hemos encontrado
que aun cuando 10 o 20 personas vengan con el mismo síntoma o dolencia, cada
uno tiene una causa diferente por la cual ha ido generando la distorsión desde
el nivel emocional, mental, energético hasta que llega a manifestarse en el
físico como un síntoma. Por tanto, cada sesión es como un “traje a la medida”
para cada individuo”. Se le trata como un ser integral. Aquí es donde debe
aclararse que el ser humano consta de cuatro partes que integran su ser:
1) cuerpo físico - abarca todos los órganos y sistemas encargados de
mantener la salud, depende de la correcta nutrición, buenos hábitos, ejercicio.
2) cuerpo emocional - abarca sentimientos, sensaciones, reacciones,
fragilidad, miedos, angustia, tristeza, celos, resentimientos, manipulación,
rigidez, separatismo, orgullo, apegos, ego, discriminación, inferioridad.
3) cuerpo mental – maneja todos los procesos cerebrales, memoria,
atención, concentración, discernimiento, obsesiones, traumas, fijaciones,
dependencias,hábitos, conducta, tensión, estrés.
4) cuerpo espiritual - rectitud, honestidad, ética, respeto, conciencia,
tolerancia,compasión, hermandad, fe.
Muchas veces las personas acuden a terapias alternativas para buscar una
solución o remedio a aquello que les aqueja cuando ya han probado de todo, o
por ser negligentes en cuidar su propia salud al no acudir a los especialistas
correspondientes cuando tienen alguna molestia.
Generalmente dedican mayor atención al cuerpo físico suministrándole una
gran cantidad de pastillas, y muchas veces auto recetados. El medico hace su
mejor esfuerzo profesional para recomendar lo mas adecuado para el síntoma
fisico que presenta el paciente, y el paciente si mejora en aquello, pero llega
un momento en que la dolencia reaparece o el cuerpo reinventa otra, y es ahí
donde se comienza a notar que el problema no es solamente físico, sino que puede
tener su causa en alguno de los otros cuerpos que conforman al ser humano.
Hipócrates enseñaba “Mente Sana en Cuerpo Sano” y esa es una frase muy
descriptiva que claramente define de donde provienen las dolencias
psicosomáticas que llegan a convertirse en verdaderos padecimientos físicos
cuando no se les toma en cuenta. Todos sabemos que nos incomoda, nos molesta,
nos tortura, nos enfada, nos produce sensaciones y sentimientos incómodos,
nadie puede esconderse de su verdad interna, sin embargo, la actitud mas comúnmente
adoptada es ocultar esa verdad, culpar a alguien mas o buscar alguna salida
para evadir enfrentar. A lo largo de la experiencia, hemos observado que las
personas esperan que el terapeuta haga el trabajo por ellos, sin que ellos
pongan de su parte o muevan un dedo, (lo que obviamente resulta muy cómodo y
fácil). Sin embargo, la persona misma es la que creo el problema, y la misma
persona será la que vaya sanándose, a medida que reconoce, libera, supera y
lleve a cabo los cambios internos correspondientes. Nuestra labor como terapeutas
entonces reside en orientar a las personas y ayudarlas a que encuentren el por qué
distorsionaron su energía afectando su cuerpo físico, explicándoles en una
forma sensata y clara, sin tintes esotéricos, fantasiosos.
Seria una mentira el decir que un terapeuta cura, el que verdaderamente
se sana es el paciente mismo cuando trabaje en los asuntos que tiene que
enfrentar y realmente comience a asumir responsabilidad de todo lo que generan
sus actos, pensamientos, decretos y emociones. Muy a menudo, lo más fácil es
que busquen culpar a alguien, a las circunstancias o a lo que sea, con tal de
no hacerle frente a los asuntos, memorias, eventos, resentimientos, miedos,
traumas. Obviamente esto quiere decir que las personas sean malas o tontas, simplemente
no sabían como manejar las situaciones, o como superarlas y por eso las guardaron
donde pudieron en su interior.
No existe un manual que explique que hacer ante cada caso o situación
que el individuo enfrenta en su vida diaria, con puntos específicos inciso A o
B. Cada persona tiene que ir aprendiendo a lo largo de la vida, haciendo su
mejor esfuerzo por mantener una mente abierta, usar su sentido común para
resolver cada evento diario. Es ahí donde se enfrenta al gran reto de poder ir
mejorando en cada situación, aprender de los errores, soltar el pasado, valorar
lo que va logrando, agradecer las oportunidades, tomar en cuenta que el libre
albedrío da múltiples posibilidades de elección (lo que ahora ya se ha
comprobado en la teoría de probabilidades, efecto quántico y campo unificado)
Somos amor
Por gloryamor11.11